miércoles, 28 de marzo de 2007

Falacias - “El trabajo es salud”

  • Bajo el débil razonamiento: de que el hombre, al realizar una tarea, se ejercita física y/o intelectualmente, produce un bien, lo cual le otorga placer, o puede cambiar por placer, junto a la falsa oposición del trabajo con la inacción, hacen que ingenuamente se asocie el trabajo con la salud.
  • Se oculta:
  1. Que la gran mayoría de trabajos existentes no ejercitan al hombre ni física ni intelectualmente. Generalmente los mismos se basan en tareas repetitivas que tienden a perjudicar al trabajador. Los trabajos físicos, lejos de formar físicos saludables, provocan desgastes prematuros en la parte del organismo implicada en el movimiento reiterativo, visibles como artrosis, hernias, tendinitis, malformaciones, dolores crónicos, etc. Similarmente, en los no físicos, para los cuales evité intencionalmente el apelativo de intelectuales, la repetición, fomenta el proceso mental de automatización, y cuando este concluye, la mencionada ejercitación intelectual desaparece, y surgen sentimientos nocivos como el tedio, la desilusión, el cansancio, etc. Por lo tanto el razonamiento en el cual se basa la falacia, no solo es falso en la mayoría de los casos, sino que también es falsa su conclusión, pues como vimos, la consecuencia de estos trabajos son físicos deteriorados e intelectos disminuidos y atormentados.
  2. Que la gran mayoría de trabajadores realizan sus tareas para poder sobrevivir, y no por el placer que les otorga cada tarea en si misma, ni el producto de la estas tareas, y lo que es peor, generalmente no tienen la capacidad de elegir el trabajo a realizar sino que es el sistema que se los impone. Por lo tanto, la salud que el trabajo puede otorgar por el placer de realizar las tareas que lo componen, se daría únicamente en el utópico caso en el cual en todo momento, las actividades que el trabajo le requieren al trabajador coinciden con las que este tiene más deseos de realizar. Cuanto más se aleje la situación real al utópico caso mencionado, más enfermará el trabajo a su trabajador, siendo el mismo una sesión de tortura que no solo le arruinará esas horas de su vida, sino que también le dejará secuelas que le impedirán disfrutar completamente las que dedique al ocio y descanso.
  3. Que el trabajo y la inactividad no son conceptos opuestos. Para justificar la falacia se pretende hacer creer que un individuo que no trabaja atrofia su ser pues no hará nada. Esto es falso, un individuo sin trabajo no esta obligado a hacer nada, y siendo libre de hacer lo que quiera, tiene más tiempo para hacerlo que quién trabaja. Por lo tanto, como en los dos puntos anteriores, tanto el argumento como la conclusión de la falacia es falso.
  • Con el objetivo de: tener gente que esté dispuesta a trabajar en los empleos impuestos por las clases poderosas, no importando las condiciones de los mismos. Con esta falacia se busca evitar que el trabajador se de cuenta que es explotado y a su vez por el falso opuesto mencionado convencerlo de que el más mísero empleo es preferible a no tener ninguno. Además del propósito práctico recién presentado, subyace en el fondo la intención de que halla más gente trabajando, y más gente trabajando más tiempo, porque es el tiempo ocioso el que le permite a las personas darse cuenta de las injusticias y quienes las provocan, y el mismo es también en el cual se organizan las acciones para terminar con ellas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

"El mundo necesita adictos al trabajo, necesita que las personas sean esclavos,proletarios, peones y que funcionen como maquinas. Por eso los llamados moralistas y los puritanos han enseñado a la gente que el trabajo posee un valor intrínseco. No es cierto......Es una necesidad, como los seres humanos tienen estomágo, necesitan llenarlo........La gente se ve obligada a trabajr, pero lo que produce no llega a sus manos sino a manos de quienes no trabajan....La sociedad siempre ha sido explotadora, dividida entre ricos y pobres..."Osho, "La pasión por lo imposible", Edit.De bolsillo, Bs.As. 2006, pag.189.
Diego: Leí que te sentías identificado con algunas cosas que leíste de Osho. Acá te envío una a cuento. No será que sos la reencarnación de Osho? Un abrazo

djbm dijo...

jeje, ... si no fuera que cuando dejó de visitar el planeta tierra, yo tenía 10 años, podría ser.

je, ahora hablando en serio, cuando leí a Osho por primera vez me sorprendió gratamente que sus ideas, e incluso muchas imágenes que usaba para expresarlas estaban en mis escritos.

Gracias por señalar las coincidencias.

Un abrazo,
Diego

Anónimo dijo...

Pero aunque no existiera la sociedad de trabajo como tal, y en la actualidad sobrevivieramos de la caza y de la pesca, ¿no te parece que igual habría tareas no gratas a la persona?

Lo que quiero decir es que nunca va a existir la gratificación absoluta.

Saludos.

djbm dijo...

Hola, nuevo lector :)

Si bien la idea no es volver a una sociedad primitiva, concuerdo contigo de que en ella, como en cualquier otra, habrá actividades desagradables, en mi artículo sobre la esclavitud ( Esclavitud (3 de 3) ) propongo a las máquinas para realizar estas tareas.

De todas formas, la intención del artículo es desmitificar la idea de que el trabajo, solo por ser trabajo, es saludable. Un hombre cumpliendo su vocación, haciendo lo que más le gusta, es más saludable, y a la vez más productivo, que uno trabajando solo por sobrevivir, en la “sociedad sin dinero” hablo de este tema (La sociedad sin dinero (6 de ?)) Para el primero, el trabajo coincide con su voluntad, y ahí si le otorga salud, en cambio para el otro, el trabajo es una muerte lenta y dolorosa.

Gracias por tu comentario, y cuando quieras seguimos intercambiando ideas.

Un abrazo,
Diego

Donaciones

Imagina un mundo en el cual todos regalemos lo mejor que hacemos, y todos hagamos lo que más nos gusta hacer.

Luego, no solo imagínalo, sino que también, vive en él. Yo ya estoy allí, acompáñame.

Un abrazo,
Diego

Compartir

En caso de querer compartir este artículo en otro lugar, les agradezco se comuniquen conmigo agregando un comentario en el artículo (click en "comentarios" debajo del texto) . Los comentarios son moderados por lo que no duden en colocar su dirección de e-mail en ellos.

Un abrazo,
Diego