jueves, 29 de marzo de 2007

Publicidad

En un sistema donde varios productos compiten por un mismo mercado, la industria publicitaria nació y creció como parásito de ese sistema. Su eficacia para cambiar la voluntad de los consumidores, ya sea drásticamente provocando la necesidad de un producto, o cambiando la elección de un producto de la competencia por el publicitado, o al menos aumentando el número de de productos consumidos por cada consumidor, la convirtió en una pujante industria dentro del sistema, pues generalmente es más beneficioso, económicamente hablando, publicitar un producto, que mejorarlo y/o hacerlo más barato y esperar que el consumidor lo elija por estas bondades.

En otro artículo cuestionamos la conveniencia de la competencia, para el caso que la misma no existiera, la publicidad dejaría de tener razón de ser, especialmente la que se ocupa en promover un producto en sustitución al del de la competencia. De todas formas, aun existiendo la competencia, los beneficios de la publicidad son discutibles.

Para iniciar el argumento, vamos a establecer el objetivo de la publicidad. El mismo es, claramente, hacer que el producto o servicio publicitado se venda más. Teniendo en cuenta este objetivo y sabiendo que existen distintas categorías de productos según la calidad de los mismos, es claro que los publicistas van a tener que caer en engaños para publicitarlos a todos. Estos engaños van a ser más o menos importantes según la calidad del producto. Para publicitar un producto infame, el publicista va a tener que olvidarse de toda ética, e inventar múltiples bondades inexistentes y ocultar desvergonzadamente los problemas graves del mismo. A su vez, para un producto de aceptable calidad, quizás pueda armar la publicidad deslizando en la misma únicamente mentiras piadosas que exalten las bondades del producto y minimicen y/o justifiquen sus defectos. Finalmente, para un producto de muy buena calidad, tendrá apenas que exagerar las bondades del mismo. Además de estos engaños, seguramente agregue otros sobre los productos de la competencia, pero en forma inversa a los del ejemplo, y otros más sobre la necesidad que tiene el consumidor de obtener el producto publicitado, los cuales serán más o menos atroces según la distancia que halla entre la necesidad artificial que se quiere imponer y la necesidad natural de la sociedad por ese producto.

Ahora, siguiendo con el ejemplo de las tres categorías de productos, si luego de de la campaña publicitaria de cada uno de ellos, el mercado se divide en partes iguales, es claro concluir, aunque nos moleste admitirlo, que la mejor campaña fue la que promocionó el producto de baja calidad. De esto deducimos que la mejor publicidad es la que engaña más, y haciendo una mínima distinción podemos llegar a una segunda máxima, que luego de haber enunciado la primera no tiene tanta fuerza, pero es a la que queríamos llegar. La misma la alcanzamos volviendo al ejemplo que venimos tratando, y en ese contexto voy a admitir la existencia de un producto perfecto. Para este caso, y solo para este caso, la publicidad no debería recurrir a engaños, y la mejor publicidad sería una descripción exacta y objetiva del producto, pues cualquier diferencia de esa descripción, o lo que es lo mismo, cualquier engaño, sería, dado que el producto es perfecto, promocionar un producto peor del que realmente es, lo cual sería una aberración publicitaria. Por lo tanto, si excluimos del concepto de publicidad, a las descripciones exactas y objetivas de los productos, concluimos que toda publicidad engaña.

Ahora, teniendo en cuenta este par de máximas, ¿podemos considerar una industria legal la publicidad? ¿Existe alguna razón oculta por la cual debamos, los consumidores, ser engañados y por ese “favor” pagar un sobreprecio en los productos? Parece claro que la respuesta a ambas preguntas es negativa. Sería mucho más razonable cambiar esa industria por otra que se dedique, justamente, a hacer descripciones exactas y objetivas de los productos, definición que repito, pues no existe palabra aún que la nombre y me interesa enfatizar en la tarea de esta nueva industria.

Esta nueva industria, seguramente adicione un sobreprecio al producto, al igual que la publicidad, pero además de que parece necesitar un sobreprecio menor, la diferencia importante es que el mismo se utilizará para describir objetivamente las virtudes y defectos de los productos y permitirle al consumidor elegir concienzudamente el que más le conviene.

Además, esta descripción transparente de los productos, facilita la adición de las virtudes de cada producto a los otros, de igual manera que ayuda a quitar los defectos existentes en cada uno de los productos. Este proceso tiende a generar un único producto con todas las virtudes de cada uno de los productos y teniendo únicamente los defectos comunes a todos los productos. Esto es exactamente lo mejor que puede recibir el consumidor del mercado, lo cual es que desaparezca la competencia.

La cárcel y las clases sociales

Dado que el concepto de clase social es ambiguo, describiremos de forma más precisa a que grupo de personas nos referimos en cada clase. A nivel conceptual lo que haremos será dividir la sociedad en tres clases: alta, media y baja, como se hace usualmente, pero reduciendo el cubrimiento de las clases alta y baja a sus casos extremos y dejando al resto como integrantes de la clase media. Agudizando la definición, consideraremos a la clase alta como el grupo de personas con suficiente poder, para modificar las reglas de juego de la sociedad en su propio beneficio. En el extremo opuesto de la sociedad, definiremos a la clase baja como el conjunto de individuos completamente marginados del sistema, aquellos carentes de vivienda, alimentación regular, etc. y cuya única ocupación en su vida es sobrevivir.

Teniendo en cuenta la jerarquía de clases definida en el párrafo anterior, estudiaremos como funciona el sistema carcelario como desmotivador de las intenciones delictivas, en los individuos de cada una de las clases:
  • Clase Alta: Como vimos en la falacia de la justicia, estos individuos tienen total inmunidad, por lo cual tienen la certeza de que no concurrirán a la cárcel. De esta manera, la cárcel, ni ninguna otra pena en realidad, los desmotiva para delinquir, como tampoco hay nada que los desmotive a destruir a quienes dificulten la concreción de sus propósitos.
  • Clase Media: En estos individuos es que la cárcel actúa como un monstruoso freno, ante intenciones que puedan desviarse levemente del punto medio en la ambigua definición de actividades no delictivas, establecida por el sistema legal vigente. Las terribles condiciones de vida existentes en las cárceles actuales, son, para estos individuos, que sin tener grandes comodidades, al menos ven sus derechos humanos respetados en la mayoría del tiempo, una representación del infierno en la tierra. Y es el terror a vivir esa experiencia, de la cual dudan poder sobrevivir, el que los bloquea a defender sus intereses, cuando los mismos se oponen a los de la clase alta, pues, como vimos en la falacia de la justicia, seguramente halla una ley contra eso, o se pueda interpretar una ley contra eso, o en ultimo caso se pueda presionar a alguien para que el individuo de clase media termine en la cárcel por haber enfrentado esos intereses. Increíblemente, este temor, funciona como freno, aún cuando enfrenta individuos de clase baja, pues como veremos luego, dada la forma en que estos últimos ven la pena carcelaria, el único con posibilidad de perder en ese enfrentamiento es el individuo de clase media.
  • Clase Baja: Para estos individuos la cárcel es un lugar igual y en muchos casos mejor al que habitan cuando están libres. Tienen techo y comida, los cuales carecen en la mayoría del tiempo. El ambiente, infernal para la clase media, es muy similar al que respiran en su día a día. Y la libertad que le quitan no es mucho mayor a la que le quita la sociedad por su condición de marginales. Por este motivo, los individuos de esta clase, en general, no temen ir a la cárcel, y por lo tanto esta pena no los desmotiva para delinquir, al igual que no lo hace para la clase alta por otro motivo. Lo que los desmotiva a delinquir es el riesgo de vida asociado al delito que piensan cometer, lo cual provoca una actitud selectiva en el momento de elegir la victima sobre la cual ejecutar el delito. De esta forma evitan los delitos contra la clase alta, la cual los puede asesinar sin tener que rendir cuentas por ello, y en cambio prefieren delinquir contra individuos de clase media, los cuales por temor a terminar en la cárcel difícilmente se defiendan.


Luego del análisis realizado vemos como las cárceles, especialmente en su forma deshumanizante de la actualidad, se convierten en otra arma de la clase alta, para mantener a la clase media, única con cierto raciocinio capaz de percibir la injusticia del sistema en el cual vive, controlada y a su vez para dirigir los ataques de la clase baja hacia la clase media.

Teniendo en cuenta el párrafo anterior, es claro que la clase alta favorecerá que las condiciones de las cárceles sean aún más terribles, para que las mismas generen más terror en la clase media, como también favorecerá que la clase baja viva aún peor, para que se vea más obligada a atacar a la clase media para sobrevivir y su desastrosa situación siga estando por debajo de las condiciones de vida en las cárceles.

Este espiral descendente de justicia se quiebra únicamente eliminando la vergonzante inmunidad de la clase alta. En el mismo instante que estos individuos pierdan esa inmunidad y se encuentren en la situación novedosa en la cual puedan terminar en las denigrantes cárceles que ellos fomentaron, van a sufrir un temor aún más grande que el experimentado por la clase media, y por primera vez tendrán un freno, un implacable freno, para sus intenciones delictivas. Cuando esto ocurra, la mayoría de sus intenciones delictivas quedarán en intenciones y no se transformarán en actividades, con la consecuencia que todas las riquezas que las mismas absorbían de las clases menores, queden en estas últimas, lo que mejorará las condiciones de vida de ciertas personas de clase baja de tal forma que ahora teman caer en la cárcel y por lo tanto la misma funcione como freno a sus intenciones delictivas.
En síntesis, quitando la impunidad, la clase alta se convierte en clase media, adquiere su temor a la cárcel con lo cual baja su tasa de delitos, con la disminución de estos delitos de cuello blanco se distribuye mejor las riquezas lo que convierte gente de la clase baja a la clase media, adquiriendo su temor a la cárcel y erradicando su necesidad de delinquir, lo cual bajará su tasa de delitos.

Falacias - "Los recursos son escasos"

  • Bajo el débil razonamiento: de que todas las personas, siempre van a querer tener más de lo que tienen. Lo cual tiene como consecuencia que el consumo de cada persona tenderá a infinito y también tenderá a infinito, con mayor rapidez, el consumo global de todas las personas. De esto se infiere que es imposible satisfacer esa demanda con los recursos existentes.
  • Se ocultan: las causas de la escasez de recursos:

  1. Consumismo: Para mantener funcionando la economía y mediante el bombardeo publicitario, se adoctrina a las personas, de manera que padezcan permanentemente una compulsiva necesidad de comprar. Estas personas sienten placer exclusivamente en el momento en el cual comprar el objeto y no cuando lo utilizan.
  2. Distribución artificial de precios: Luego de haber enfermando a la gente con la necesidad de obtener un producto se le puede pedir que pague lo que se quiera por él. Cuanto más se halla infectado al consumidor, más alto será el precio que se le puede fijar al producto. El costo de elaboración del producto dejó de intervenir en la ecuación que fija su precio.
  3. Propiedad privada: Mediante el respeto de la propiedad privada, nos aseguramos tener una pequeña porción de bienes exclusivamente para nosotros, aunque esto nos impida usar, el enorme conjunto de bienes que resulta de la suma de las propiedades de cada una de las personas del mundo. Además de lo absurdo de este cambio, el mismo provoca, que la mayoría de nuestros bienes, permanezcan inactivos, la mayoría del tiempo. Si bien es lógico querer tener a disposición cierto recurso cuando lo necesitamos, el uso exclusivo del mismo es un uso extremadamente ineficiente del mismo.
  4. Extracción de recursos naturales: Los recursos naturales son generalmente explotados, extraídos de forma que otorguen el mayor beneficio, en el menor plazo posible a quien los extrae. Esto se hace sin tener en cuenta como hacer la extracción eficiente desde el punto de vista de obtener la máxima cantidad de recursos de la fuente a lo largo del tiempo, y además en caso de que sea posible, hacer la fuente perdurable extrayendo lo que se necesita, permitiendo que la fuente restablezca el recurso antes de agotarlo.
  5. Producción de recursos artificiales: La cantidad de recursos artificiales que se producen dependen de cómo el hombre utiliza al hombre, en el sentido de cómo la humanidad utiliza la capacidad humana de cada individuo. Existen varios problemas en como funciona el mundo en ese sentido. El primero es que gran parte de la población no es activa, no produce nada, pues permanece toda su vida tratando de sobrevivir. Luego, dentro de la población activa, la casi totalidad de esta se emplea en trabajos que utilizan una pequeñísima parte de la capacidad del ser humano. Lo cual trae aparejado el problema de la escasa, casi nula, motivación con que realizan sus tareas y por ende su baja productividad. Toda acción automatizable es realizada más rápido y más correctamente por máquinas, los hombres malgastan su capacidad realizándolas, los hombres utilizan su mayor capacidad, al buscar la forma de automatizar las tareas y al diseñar las maquinas que las realicen.

  • Con el objetivo de: Mantener, y en lo posible aumentar, la diferencia de capital que se tiene con respecto al resto de las personas. Lo importante para estas personas no es cuanto tienen, sino cuanto tienen más que otras personas, por eso defienden a ultranza la propiedad privada, no les interesa tener acceso a todos los recursos del mundo si estos están accesibles al resto de las personas. Les interesa ver que están muy por encima de quienes únicamente sobreviven, les interesa también estar por encima de quienes producen todas sus riquezas, y les interesa también, pero ya en tono cordial, fanfarronear con sus pares, las prestancias de su último velero, de su último Lamborghini, o de su capricho de que lo entierren con determinada obra de arte declarada patrimonio histórico de la humanidad. Con ese objetivo, es lógico que busquen generar necesidad, y en lo posible dependencia de los productos que producen y lograr que el adicto compre más y más caro, y que para pagar eso trabaje más y más barato, generando por ambas acciones, y en ambos actores un distanciamiento en el monto de su riqueza. También es lógico que no les importe agotar una fuente de recursos, en el momento que se agote ya estarán explotando otras, y en su modo de pensar, una fuente agotada tiene la ventaja de que no le dará beneficio a nadie más. Finalmente, este razonamiento lo aplican a sus empleados, los cuales son simplemente una fuente de recurso más a explotar.

Falacias - "La competencia incrementa la productividad y baja los precios"

  • Bajo el débil razonamiento: de que habiendo competencia, cada uno de los competidores se esfuerza para que su producto o servicio sea mejor y más barato que el del resto, y de esa manera ganarse la elección del consumidor

  • Se ocultan: los problemas que la competencia trae, que son, por nombrar algunos, los siguientes:

  1. Publicidad: Los competidores gastan recursos en convencer al consumidor de que su producto les conviene, lo cual hace en mayor o menor medida engañándolo, pero sin considerar ese tema, de todas formas, la publicidad siempre encarece el producto.
  2. Infraestructura: Cada competidor deberá tener toda la infraestructura necesaria para dar soporte a su negocio. Desde maquinarias, depósitos, oficina, a las personas encargadas de tareas administrativas de soporte a la producción. La repetición de esta infraestructura en cada competidor encarece el producto.
  3. Mercado: Al repartirse el mercado, los competidores reducen su capacidad de venta, la cual puede hacer no redituable la inversión en innovaciones tecnológicas en el proceso de producción, impidiendo que el producto sea mejor y/o más barato.
  4. Conocimiento: Cada competidor enfrenta sus problemas de producción, busca forma de mejorar su producto y reducir el costo de su elaboración, independientemente del resto. Esto provoca gastos innecesarios dedicados a resolver problemas ya resueltos y priva de mejoras en el producto, y ahorros en su producción ya conocidos, pues al enemigo no se le dan concejos. De esta forma, claramente, el producto es peor y más caro.
  5. Enfrentamiento: Los competidores gastan recursos en enfrentarse. Ya sea pasivamente, estudiando al resto de los competidores, mediante información pública, o a través de espías infiltrados en la competencia, o inclusive mediante la corrupción de empleados del “enemigo”. O activamente, elaborando estrategias que lo favorezcan, que van desde cambios en el producto, cambios en el tiempo en que se introducen las mejoras, cambios en como engañará la publicidad propia, hasta negociar la introducción de cambios con el oponente, boicotear su proceso de producción, bloquear la distribución de sus materias primas y/o productos, destrucción de maquinaria, extorsión de sus dirigentes e incluso su asesinato. Sin entrar en el juicio ético de los mecanismos utilizados en el enfrentamiento, cualquiera de ellos requerirá de grandes recursos lo que harán el producto más caro, y algunos de ellos lo harán que el mismo sea de menor calidad.
  • Con el objetivo de: Mantener, y en lo posible aumentar, el poder que se tiene dentro de un mercado. Los costos, ocasionados por los problemas ocultos por la falacia, en términos relativos a su producción, serán menores para quien tenga más poder entre los competidores. Este, o estos competidores, utilizan el sistema de competencia para que el resto se destruya entre ellos, o al menos reduzcan su participación en el mercado a niveles despreciables y por lo tanto no influyan en el precio del producto. De esta manera, son capaces de vender un producto mejor y más barato que el de la competencia, obteniendo la elección del consumidor. Consumidor que es estafado, pues aún realizando la elección correcta, esta recibiendo un producto de menor calidad a un precio mayor del que hubiera obtenido si todos los competidores cooperaran.

    A nivel de clases económicas, la clase alta, dominadora de todos los mercados, y por este motivo, creadora, difusora y tenaz defensora las falacias, ha forzado, mediante adoctrinamiento, o directamente usando métodos coercitivos, a que las clases medias y bajas funcionen bajo el incompetente sistema de competencias, dejando para su clase el funcionamiento cooperativo extremadamente más eficaz. De esta forma ambas clases se van distanciando progresivamente, la primera haciéndose cada vez más eficaz, y las otras, que si funcionaran en forma cooperativa como la primera tendrían cierta oportunidad de progresar, se destruyen mutuamente en encarnizadas luchas, haciendo que como conjunto sean cada vez más marginales.


miércoles, 28 de marzo de 2007

Falacias - “El trabajo es salud”

  • Bajo el débil razonamiento: de que el hombre, al realizar una tarea, se ejercita física y/o intelectualmente, produce un bien, lo cual le otorga placer, o puede cambiar por placer, junto a la falsa oposición del trabajo con la inacción, hacen que ingenuamente se asocie el trabajo con la salud.
  • Se oculta:
  1. Que la gran mayoría de trabajos existentes no ejercitan al hombre ni física ni intelectualmente. Generalmente los mismos se basan en tareas repetitivas que tienden a perjudicar al trabajador. Los trabajos físicos, lejos de formar físicos saludables, provocan desgastes prematuros en la parte del organismo implicada en el movimiento reiterativo, visibles como artrosis, hernias, tendinitis, malformaciones, dolores crónicos, etc. Similarmente, en los no físicos, para los cuales evité intencionalmente el apelativo de intelectuales, la repetición, fomenta el proceso mental de automatización, y cuando este concluye, la mencionada ejercitación intelectual desaparece, y surgen sentimientos nocivos como el tedio, la desilusión, el cansancio, etc. Por lo tanto el razonamiento en el cual se basa la falacia, no solo es falso en la mayoría de los casos, sino que también es falsa su conclusión, pues como vimos, la consecuencia de estos trabajos son físicos deteriorados e intelectos disminuidos y atormentados.
  2. Que la gran mayoría de trabajadores realizan sus tareas para poder sobrevivir, y no por el placer que les otorga cada tarea en si misma, ni el producto de la estas tareas, y lo que es peor, generalmente no tienen la capacidad de elegir el trabajo a realizar sino que es el sistema que se los impone. Por lo tanto, la salud que el trabajo puede otorgar por el placer de realizar las tareas que lo componen, se daría únicamente en el utópico caso en el cual en todo momento, las actividades que el trabajo le requieren al trabajador coinciden con las que este tiene más deseos de realizar. Cuanto más se aleje la situación real al utópico caso mencionado, más enfermará el trabajo a su trabajador, siendo el mismo una sesión de tortura que no solo le arruinará esas horas de su vida, sino que también le dejará secuelas que le impedirán disfrutar completamente las que dedique al ocio y descanso.
  3. Que el trabajo y la inactividad no son conceptos opuestos. Para justificar la falacia se pretende hacer creer que un individuo que no trabaja atrofia su ser pues no hará nada. Esto es falso, un individuo sin trabajo no esta obligado a hacer nada, y siendo libre de hacer lo que quiera, tiene más tiempo para hacerlo que quién trabaja. Por lo tanto, como en los dos puntos anteriores, tanto el argumento como la conclusión de la falacia es falso.
  • Con el objetivo de: tener gente que esté dispuesta a trabajar en los empleos impuestos por las clases poderosas, no importando las condiciones de los mismos. Con esta falacia se busca evitar que el trabajador se de cuenta que es explotado y a su vez por el falso opuesto mencionado convencerlo de que el más mísero empleo es preferible a no tener ninguno. Además del propósito práctico recién presentado, subyace en el fondo la intención de que halla más gente trabajando, y más gente trabajando más tiempo, porque es el tiempo ocioso el que le permite a las personas darse cuenta de las injusticias y quienes las provocan, y el mismo es también en el cual se organizan las acciones para terminar con ellas.

Falacias - "La justicia es ciega"

  • Bajo el débil razonamiento: de que las leyes existen y se aplican de la misma forma a todos los ciudadanos y por lo tanto las características de los mismos no son tenidas en cuenta por la justicia al emitir un fallo.

  • Se oculta: que cada una de las fases que componen nuestro aparato de justicia están sesgadas por los intereses de quienes tienen poder:
  1. Creación de las leyes: La elaboración de las leyes se da cuando alguien con poder necesita cambiar las reglas de juego, pues con ese cambio genera mayor beneficio en su actividad. El sector con poder que provoca la aparición de una nueva ley puede cambiar, pero, lamentablemente, los sectores con poder no son numerosos, ni suelen variar frecuentemente en la sociedad, lo cual hace especialmente injusto que las leyes surjan a partir de presiones del poder. Además, esta práctica, provoca que el sistema legal sea un pastiche siempre cambiante, extremadamente complejo, absurdamente extenso e intencionalmente ambiguo e incoherente conjunto de leyes, características que alimentan la existencia de actividades parásitas como las realizadas por abogados y en menor medida escribanos.

    El problema radica en que para elaborar un sistema legal justo, aplicable a un conjunto de individuos, es imprescindible que el mismo sea elaborado por individuos superiores a los cuales se aplica el sistema. Dado que las deidades no han sido convincentes, ni en su existencia, ni mucho menos en las leyes que se creen que promulgaron, como tampoco fueron con convincentes los grupos humanos que se creyeron superiores al resto, lo más parecido a la situación expresada al principio del párrafo, es encomendar la tarea de elaboración del sistema legal a un conjunto de expertos. Estos crearán este sistema, y lo mejorarán de acuerdo a casos en los que tuvo fallas y no según las presiones del poder, aunque manteniendo, en todo momento, su coherencia y ausencia de ambigüedad, y reduciendo su complejidad al mínimo.
  2. Interpretación de las leyes: Aunque, como vimos, los grupos de poder, arman las leyes para su beneficio, hay veces que el sistema legal vigente no concuerda con sus propósitos. Aún en este caso tienen un recurso legal, el mismo es, mediante su posibilidad de acceder a los mejores abogados, torcer la interpretación de la ley en su favor, utilizando de la mejor manera las ambigüedades e incoherencias del sistema legal en curso.

    Si bien la extensión, complejidad y volatilidad excesiva del sistema legal ya hacen necesaria la figura del abogado, son sus ambigüedades e incoherencias las que generan la necesidad de dividir este rol en los de fiscal y defensor, los cuales actúan como enemigos en la farsa teatral que llamamos juicio. Esta pantomima de justicia nos lleva al absurdo de que una actividad sea un delito, y por lo tanto quien la realiza un delincuente, si el fiscal es más hábil que el defensor, y no lo es si ocurre lo contrario. Este absurdo es utilizado, principalmente, por quienes están más alejados del punto medio en la vaga definición de ciudadano honesto, establecida por el sistema legal vigente, y para los cuales es redituable gastar fortunas en los mejores abogados (obviamente teniendo en cuenta su habilidad en torcer leyes, no en su honestidad) que conociendo las ambigüedades e incoherencias del sistema, estiren la interpretación del concepto de ciudadano honesto para que incluya a sus defendidos.

    Finalmente, cabe remarcar que son los defectos del sistema legal en vigencia, los que hacen necesarios a los abogados, y principalmente, el hecho de que tanto las falencias del sistema como la existencia del mencionado rol, son elaboraciones creadas por los grupos de poder para cumplir sus propósitos.
  3. Aplicación de las leyes: Al aplicar las leyes la verdad es el opuesto directo de la falacia, la justicia no solo no es ciega, sino que goza de excelente vista. En los procesos judiciales, todos los actores se conocen entre si, y es esta característica el último recurso instalado en el proceso para proteger a los individuos con poder. Estos, si aún habiendo definido las reglas de juego, aún interpretado las misma de la manera más conveniente a sus intereses, no logran quedar fuera de la definición de delincuentes, pueden ejercer presión en el abogado enemigo, en el jurado, y en el juez, mediante coimas o extorsiones, o incluso si se diera el caso de que alguno de ellos demuestre una intransigente incorruptibilidad, o al menos su precio sea considerado demasiado elevado, tienen la opción de asesinarlos hasta que el sistema asigne alguno más fácilmente corruptible.

    La justicia actualmente tiene excelente vista, y como vimos, eso genera inmunidad en todo aquel que tenga suficiente poder, situación que está en el polo opuesto al concepto de justicia. La falla está en confiar a los hombres la tarea de cegar a la justicia, cuando debería ser el proceso el que lo haga. El proceso debería impedir que los implicados (acusado y acusador) sepan quién es el que imparte justicia, como también debería impedir que quien imparte justicia sepa quienes son los implicados. De esta manera, quien imparte justicia recibiría una lista de evidencia, en la cual todos los nombres personales, de empresas, etc. aparecen sustituidos por variables, y usaría este listado, junto a un sistema de leyes coherente para llegar a su veredicto. Este veredicto podría ser terminal (culpable o inocente) o inconcluso, porque se considera que no hay suficiente evidencia para tomar una decisión terminal, o se considera que hay un error en el sistema de leyes, en cuyo caso se corrige el mismo y se proporciona el veredicto terminal.

    Cabe mencionar, que bajo las hipótesis mencionadas, recepción de evidencia sin identificación y un sistema legal coherente, el encargado de impartir justicia puede ser un software. Pudiendo el mismo llegar a ambos veredictos finales y al de falta de evidencia, y quedando el veredicto de cambiar el sistema de leyes para ser efectuado por el grupo de expertos mencionados en el primer punto, siempre y cuando uno de los implicados considere injusto el fallo automático y pidiese una evaluación manual de su caso.
  4. Con el objetivo de: generar una sensación de que todos somos iguales ante la ley y por lo tanto, si la misma falla en nuestra contra, o en contra de nuestros compañeros, consideremos dicho fallo justo, cuando en realidad estamos siendo castigados por oponernos conciente o inconscientemente a los intereses de los individuos con poder.

Donaciones

Imagina un mundo en el cual todos regalemos lo mejor que hacemos, y todos hagamos lo que más nos gusta hacer.

Luego, no solo imagínalo, sino que también, vive en él. Yo ya estoy allí, acompáñame.

Un abrazo,
Diego

Compartir

En caso de querer compartir este artículo en otro lugar, les agradezco se comuniquen conmigo agregando un comentario en el artículo (click en "comentarios" debajo del texto) . Los comentarios son moderados por lo que no duden en colocar su dirección de e-mail en ellos.

Un abrazo,
Diego